La alteración de la lluvia en las regiones tropicales por el calentamiento global
Se conoce bastante bien el efecto del calentamiento global en la lluvia en general: A medida que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero entran en la atmósfera, su presencia hace aumentar la temperatura, lo que a su vez conlleva a un aumento en la cantidad de vapor de agua en la atmósfera. Cuando se desarrollan los sistemas de tormentas, el mayor nivel de humedad promueve mayores precipitaciones, por lo que el aumento de las temperaturas contribuye a que la lluvia se vuelva más extrema.
Durante años, la comunidad científica ha estado desarrollando modelos y simulaciones del clima de la Tierra que pueden usarse para ayudar a entender el efecto del calentamiento global en la lluvia extrema de diversas partes del mundo. Muchos de los modelos existentes hacen un trabajo aceptable de simulación de las precipitaciones para las zonas que quedan fuera de los trópicos.
Sin embargo, en lo tocante a la precipitación en los trópicos, estos modelos no concuerdan entre sí. La razón puede reducirse a su resolución: Los modelos climáticos simulan los sistemas meteorológicos dividiendo el globo en una rejilla, donde cada cuadrado de la rejilla representa una amplia parcela de tierra o de mar. Los grandes sistemas meteorológicos que ocupan más de una casilla, como los que suelen actuar en Europa o en Estados Unidos en invierno, son relativamente fáciles de simular. En cambio, tormentas con menor radio de acción, y más aisladas, como las que ocurren en los trópicos, pueden ser más difíciles de tener en cuenta.
Todo apunta a que el calentamiento global intensificará las precipitaciones extremas en los trópicos, pero, hasta ahora, no ha estado nada claro a qué ritmo lo hará.
Durante años, la comunidad científica ha estado desarrollando modelos y simulaciones del clima de la Tierra que pueden usarse para ayudar a entender el efecto del calentamiento global en la lluvia extrema de diversas partes del mundo. Muchos de los modelos existentes hacen un trabajo aceptable de simulación de las precipitaciones para las zonas que quedan fuera de los trópicos.
Sin embargo, en lo tocante a la precipitación en los trópicos, estos modelos no concuerdan entre sí. La razón puede reducirse a su resolución: Los modelos climáticos simulan los sistemas meteorológicos dividiendo el globo en una rejilla, donde cada cuadrado de la rejilla representa una amplia parcela de tierra o de mar. Los grandes sistemas meteorológicos que ocupan más de una casilla, como los que suelen actuar en Europa o en Estados Unidos en invierno, son relativamente fáciles de simular. En cambio, tormentas con menor radio de acción, y más aisladas, como las que ocurren en los trópicos, pueden ser más difíciles de tener en cuenta.
Todo apunta a que el calentamiento global intensificará las precipitaciones extremas en los trópicos, pero, hasta ahora, no ha estado nada claro a qué ritmo lo hará.